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Palabras vertebrales, medulares, apasionadas

lunes, 22 de enero de 2018

Palabras Vertebrales: 22 de enero – Todos tenemos, o deberíamos tener interrogantes


Originalmente publicada el 22 de enero de 2016

“No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio”. Así comienza “El mito de Sísifo”, ensayo filosófico de Albert Camus, originalmente publicado en francés en 1942 como “Le Mythe de Sisyphe”. Si bien este ensayo en realidad no refleja en nada lo acontecido en los últimos días en Argentina, la frase con que inicia impulsa al pensamiento filosófico en tiempos donde el pensamiento está devaluado y la simpleza de opinión al orden del día.
Los argentinos estamos asistiendo a la muerte del periodismo. Y con ella a la muerte del pensamiento en general. La simpleza con la que se tratan temas de suma importancia y delicadeza, con el sólo afán de crear opinión en las masas es el arma homicida.
Se está produciendo un suicidio y todos ven para otro lado. El que se está suicidando es el periodismo.
No es de hoy. Lo viene haciendo a paso lento como quien con cuentagotas agrega un toque de cianuro en cada café. Con los casos más resonantes jugó, y juega, al inspector. Se elaboran hipótesis; se plantean escenarios; se presuponen resultados; y se adelantan sentencias.
A Nisman lo mató el Gobierno de Cristina Fernández.
Así, tan sueltos de cuerpo, lo arrojan a la procesadora de pensamientos. Y digerido, sin elaborar nada más, lo repiten los muchos. Y ya no importan las pruebas, ni los resultados, ni las sentencias. El accionar de la Justicia no importa, sino lo que yo digo que pasó, porque como los muchos, en el café además de director técnico, economista y analista internacional también soy inspector.
Todos tenemos, o deberíamos tener, interrogantes sobre la muerte de un fiscal que volvió presurosamente de un viaje único para su ser más amado para presentar una denuncia. Y que el día anterior a defender esa denuncia, y presentar las pruebas sobre la misma ante los legisladores se quita la vida.
Lo que no deberíamos tener es una guerra interna de pros y contras por el sólo hecho de que beneficia el momento y la circunstancia para derrotar a los que no se pudo derrotar en las urnas, o por mantener el caudal de votos en las mismas.
Es posible que exista una operación con fines políticos. Es posible que existan terceros que indujeron a un fiscal a su suicidio. Es posible que haya sido víctima de una operación y la vergüenza lo llevara a la fatal decisión. Es posible que el motivo sea ajeno a una causa judicial y totalmente personal. También es posible que de la nada aparezca un perejil. Todo es posible.
Lo que deseo es que sea posible que tengamos una Justicia que actúe como corresponde, que investigue, analice y resuelva. Y que aunque la verdad es un dilema filosófico que depende de quien la plantee, se arribe a ella. Aunque tal vez a nadie le importe, la sentencia pública ya está firmada, y día a día se acallan voces que puedan ir contra esa sentencia armada por la política y los medios.


Marcelo J. Silvera






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